Hay cosas que cada vez me sorprenden mas a medida que las voy conociendo, hace poco vi que en Jamaica se produce un té orgánico cosechado de la Rosa de Jamaica, un hibisco de la especie Malvácea. Esta curiosa planta puede llegar a medir entre 3 y 5 metros de altura. Sus flores son de color rojo y a medida que se alargan, su color va palideciendo; tienen un cáliz rojo y carnoso, de textura suave y aterciopelada que da la impresión estar mirando una mota de algodón perfumada.
El Té que se prepara con la Rosa de Jamaica, tiene algunas propiedades diuréticas, sirve para quienes sufren de la temida hipertensión arterial, es antiparasitario y laxante. Casi todos los tés que conozco tienen alguna de estas propiedades, algunos son más específicos, como los adelgazantes que son generalmente de la variedad de té verde o té de limón o toronjil, aunque hay otros tantos que sirven para lo mismo. Así también está el té de Ginseng, que activa la memoria y la circulación sanguínea.
En términos simples, el té es muy benéfico excepto si lo consumen niños, ya que se ha probado que impiden la absorción de calcio en los huesos, algo parecido a lo que pasa con el café. Y esto sucede en niños y adultos, aunque ese debe ser solamente un efecto colateral de los tés de color oscuros, no tengo claro si todas las variedades provocaran ese efecto.
El té de Rosa de Jamaica no solamente se produce en tierras Jamaiquinas, también se produce en Nicaragua; al momento de comercializarlo éste no contiene preservantes y es un te orgánico al 100%, lo que le da un plus no menor considerando todos los problemas que traen los preservantes a la larga.
Foto: webiica, nuestrogourmet